Los Muebles de Caña

La razón del despegue de los muebles de caña ha sido su cada vez mejor acabado, añadido a una estética funcional y diferente, pero acoplada a todos los servicios que se le pide al mobiliario de hoy.

Los muebles de caña, mimbre o bambú se han considerado tradicionalmente de escasa calidad y destinados a decorar el jardín, el patio exterior de una vivienda o de una amplia terrada. Sin embargo, su magnífico acabado amplía esas posibilidades.

  • Si elegir los complementos suele ser un trabajo arduo, seleccionar los muebles se convierte en un verdadero dilema cuando los gustos no están claros, y no tenemos definido el estilo que queremos imponer en nuestro hogar. Por encima de los gustos, se imponen los muebles funcionales y prácticos, que rebasan épocas y cuyo estilo se adapta a todos los tiempos.
  • Los muebles de caña representan una parte fundamental del mobiliario contemporáneo: práctico e informal.
  • Huye de los clasicismos abandonando los tonos caoba habituales por los tintes azules o verdes.
  • Puede ser la decoración ideal para una casa de campo, o para la segunda vivienda donde se impone un estilo más desenfadado.
  • Surge como una alternativa al mueble clásico, tradicional y ya un poco anticuado y al metacrilato frío, demasiado vanguardista y al que muy pocos confían su comodidad. La caña ofrece un mueble sencillo, pero con estilo.

La procedencia de la caña tiene enclaves fijos y tan lejanos como el oriente. Indonesia suele ser el principal exportador de este material ya que es el país que mejor calidad ofrece. Después se transforma con maestría, pues existe una fabricación centenaria que no alberga secretos en el manejo de este material que, a primera vista puede parecer ligero y endeble, pero que realmente es macizo y consistente. Sin embargo, y aunque la materia prima se tiene que importar el precio final no se ve incrementado más que cualquier otro mueble, según explican los fabricantes.

La caña es maciza, sólo el bambú es hueco y éste  no se puede curvar ni pelar. Por esta razón, es fácil distinguirlos: los muebles o accesorios de bambú se reconocen porque su estructura siempre va en líneas rectas nunca curvas.

Bajo la denominación de muebles de mimbre se suele incluir, erróneamente, al mobiliario de caña y al de médula y, nada tiene que ver uno con otro. El mimbre es un material de tipo vegetal, rígido y escasamente moldeable, de ahí que la categoría del mueble quede siempre en entredicho al ser de baja calidad y, por tanto, con una facilidad extrema para resquebrajarse.

La confusión entre caña y mimbre surge el descrédito que tiene el primero. Antes de comprar hay que informarse para no invertir el dinero en algo desechable rápidamente, si lo que queremos es que nos dure toda la vida. Cada mueble cumple su función, pero no se puede comparar el castaño barato con la caña de Manila.

Esta es la principal razón de que el mueble de mimbre se encuentre limitado a la fabricación de cesteros, sillas, y mobiliario sencillo.

Relegado a un sólo cometido dentro de la decoración de muchos hogares surge ahora la revolución para todos aquellos que no han seguido su desarrollo, y no han advertido la diversidad de muebles de caña que podemos encontrar para todas las habitaciones de la casa.

Desde una librería para el salón a una mesa de cristal con las sillas correspondientes, una cama, un taquillón para el recibidor, espejos, coquetas, cocinas, complementos para el baño, mesillas de noche, sofás incluso con cama abatible, sillones y un largo etcétera de muebles accesorios son las posibilidades que nos ofrece la caña.

La caña, al ser un material poroso, admite tintes químicos.  Los colores le dan una diversidad enorme para adaptarse a cualquier ambiente y aportar a una habitación un estilo sereno o un aire más informal. Los lacados en blanco, el azul, el miel, canela, el verde, el nogal o el caoba son algunas de las opciones que en caso de tratarse de sillas, sofás o sillones, suelen combinarse con telas  que naturales que los resalten.

La belleza del mobiliario está fundamentada en la calidad de los materiales y de la fabricación, y no sólo del diseño que se les aplica ya que este tiene que estar condicionado, por fuerza y naturaleza de los componentes. 

Los muebles de caña no necesitan un cuidado especial ni más delicado que cualquier otro mueble como pueda parecer a primera vista. Están revestidos de una capa de ceras naturales que requieren el cuidado habitual que otro mueble, lo único que puede deteriorarlos es la aplicación de agua sobre su superficie. Por esta razón, debe evitarse limpiarlos con un paño húmedo.